La inteligencia emocional es capacidad o habilidad de entender lo que sentimos y aprender a gestionarlo para que nos lleve a los resultados que buscamos.
Cuando pensamos en personas inteligentes visualizamos a alguien con un Coeficiente Intelectual super alto, a esas personas capaces de resolver problemas matemáticos o de elaborar complejos esquemas técnicos. Sin embargo, el verdadero barómetro de la inteligencia es una vida feliz y efectiva, vivida cada día y en cada momento del día.
Si eres feliz, si vives cada día momento aprovechando al máximo tus posibilidades, entonces eres una persona inteligente.
Los sentimientos son reacciones que elegimos tener. Cuando aprendemos que podemos sentir lo que prefiramos o elijamos sentir, ahí nos empezamos a encaminar a la inteligencia.
Un Sentimiento es una reacción física a un pensamiento y tus pensamientos son tuyos, exclusivamente tuyos para hacer con ellos lo que quieras ya sea conservarlos, cambiarlos, compartirlos o solamente contemplarlos.
La inteligencia emocional nos ayuda a hacernos cargo de nosotros mismos. Esto implica mucho esfuerzo, representa la determinación, la decisión de ser feliz y de destruir cada uno de los pensamientos que te producen una infelicidad que te inmoviliza.
“Si no estas creciendo y desarrollándote es igual que si estuvieras muerto”
Repite conmigo estas palabras:
Aprenderé a controlar lo que pienso para manejar lo que siento y ser feliz.