Pensar en despedir el año en una discoteca, bailando
hasta abajo los ritmos más pegados de la música de baile contemporánea, es
ciencia ficción pura y dura. Pero hay un rey mago en el circuito de neoclubbing
global con base en Madrid que decidió dejarnos un regalito en forma de zip
descomprimido y colgado en Bandcamp y Soundcloud: dieciocho piezas que
condensan el año de producciones de un Merca Bae que lo hubiera tenido todo
para convertirse en un icono de las discotecas de 2020, pero que, dada la
ausencia de discoteca, decidió que también se puede perrear y twerkear en
pijama.
Eso es lo único (y creedme, no es poco) que se puede
hacer en “Merca Zip /2020/”, una fantasía afterclubber que el productor
madrileño suelta a la bitácora casi como tráiler de una película de ciencia
ficción que nos gustaría que se convirtiese en realidad en 2021: ritmos que
se mueven entre el dancehall, el grime, el UK Garage y esos ritmos latinos que
han cambiado la concepción de música de club estos últimos años.
Hay ecos que pueden emparentar la propuesta de Merca Bae
con la de colectivos como NAAFI o Dembooty; pero sus producciones, como
demostró estos últimos meses y años junto a artistas tan variopintos como
Tomasa del Real, Erik Urano, Cecilio G o Pedro Ladroga, entre otrxs, y como
demuestra en esta carpeta descomprimida con colaboraciones de artistas del
underground global como la uruguaya Lila Tirando a Violeta, el mexicano ZutZut,
la colombiana Bitterbabe o la rumana Miss Jay, entre otrxs, Merca Bae consigue
trazar un puente en el que el reggaetón del futuro, el dancehall más cósmico,
el bakalao de museo, la psicodelia de baile, el arte sonoro para discoteca, el
tribalismo mecánico y los hits de cuarenta segundos son posibles.
Alan Queipo