Poema en el que cuento mi experiencia con la pintura. 

Como el trabajar tantas horas le da sentido a mi vida y a la vez me genera un dolor tanto físico, en la espalda, como emocional, en mi corazón.

Poema nacido de la melancolía de una noche de lluvia.

En este poema hablo de la importancia de descansar, de lo arduo de la vida, en el amor, y desde ahí encontrar la fuerza para impulsarse a seguir en la alegría de vivir. También de cómo puede ser, al mismo tiempo, una trampa de la que te cueste salir, aislándote del resto del mundo.

En este poema hablo de otras formas de amar y de disfrutar de un encuentro amoroso, más sutil y sin guión establecido.

Con este poema cuento la experiencia de poner en palabras el caos interno que me habita y cómo el mundo me devuelve mi reflejo donde mirarme y así, conocerme.

Con "Descanso" hablo del momento creativo, en el que ocurre una magia que sueña con "tocar" con su varita el corazón de otras personas. El mismo sueño que Whitman tenía cuando decía:  "No dejes de creer que las palabras y las poesías sí pueden cambiar el mundo".

Poema que habla de mi rutina en la mañana. Con un café en mi mesa, el sueño desperezándose, un boli, papel y la confianza de que las palabras que nazcan serán bálsamo para mi alma y para otros que quieran acogerlas.

Poema post-Apocalipsis invernal en Madrid, que habla del intento de olvido de mi infancia.

Poema escrito y recitado por mi en el que hablo de las creencias arraigadas en esta sociedad patriarcal sobre las exigencias hacia las mujeres. 

Y que yo, desde niña, mantuve en mi idiosincracia.

Así mismo puede extrapolarse al aspecto masculino, ya que es un tipo de corsé que nos oprime a ambas sensibilidades.