Romanos 11:16 NVI Si se consagra la parte de la masa que se ofrece como primicias, también se consagra toda la masa; si la raíz es santa, también lo son las ramas.
Cuando tu vida se santifica para Dios, todo lo demás es santificado y por eso, debemos vivir como al Señor le agrada, en nuestros pensamientos, nuestra manera de hablar, nuestro diario vivir y nuestras relaciones.