El muro de enemistad, el muro de los miedos, el muro de la comodidad…esos son los muros que debemos de derribar. Con Jesucristo podemos vencer todo. ¡Él venció la muerte! El Padre Willie expone la realidad del sentir de hoy en día de las personas que han puesto un muro en sus vidas y nos anima a derribarlos.

El Padre Pio creció dentro de una familia humilde, pero como un día él mismo dijo, nunca careció de nada. Fue un niño muy sensible y espiritual. En la Iglesia Santa María de los Ángeles fue donde a los cinco años se le apareció el Sagrado Corazón de Jesús. Más adelante empieza a tener apariciones de la Virgen María que durarían por el resto de su vida. El Padre Willie nos relta como este franciscano italiano recibió los estigmas de Nuestro Señor Jesucristo, quien quiso asociarlo de una manera especial a su Pasión. El Padre Pío, como Jesús, se hizo ofrenda viva para cargar en propia carne los dolores y sufrimientos ajenos, consecuencias de la caída del ser humano. Por eso, no por error, le llaman ‘el crucificado sin cruz’.

“Si quieres la paz, trabaja por la justicia.” Esta fue la simple pero profunda declaración del Papa Pablo VI en su mensaje para el Día de Paz en 1972. La justicia comience con el reconocimiento que hay un Dios que creó a cada persona a su propia imagen y semejanza. La justicia requiere que honremos, respetemos y protejamos la dignidad de todos los seres humanos. El Padre Willie nos recuerda lo que el Salmo 37 dice: “Calma tu enojo, renuncia al rencor, no te exasperes, que te haría mal. Pues los malvados serán extirpados y tendrán la tierra los que esperan al Señor. Al que es justo le va mejor con poco que al malvado con toda su riqueza. Porque al malo le quebrarán los brazos, en cambio a los justos los apoya el Señor. El Señor cuida los días de los buenos, su herencia será eterna.”

Desde el principio, con la creación del hombre, él está llamado al trabajo. Con su trabajo el hombre busca pagar su pan diario y así contribuir con la sociedad. Trabajo significa toda actividad humana que se reconoce como una labor. El Padre Willie nos explica porque el trabajo ennoblece.

El Padre Willie les dice a las madres: “si Dios se lo dio, es para que usted lo ayude. Nunca diga que su hijo no tiene remedio”. Mónica consiguió que su hijo Agustín fuese un hombre de Dios. Y eso es lo que una madre puede, dando y dando. No escuche a la gente. Sea lo que sea, que no se pierda su alma. La oración de una madre llega al Cielo y toca el mismo corazón de Jesús. En María están todas las madres.

No confíes en lo que ves, la sal también parece azúcar. El oro es oro. Hay cosas y personas que parece que tienen brillo, pero es superficial, solo es una capa de metal falso. El Padre Willie nos advierte que hay gente que con la primera se derrite; hay gente pasándose por lo que no es. Hay que tener mucho discernimiento. Lo bueno permanece y lo falto desaparece.

Cada 14 de agosto la Iglesia Católica celebra a San Maximiliano María Kolbe (1894-1941), sacerdote y fraile franciscano conventual que murió voluntariamente en el campo de concentración de Auschwitz (Polonia) durante la Segunda Guerra Mundial. El P. Kolbe pidió ser intercambiado por un prisionero a punto de ser ejecutado. El Padre Willie nos demuestra que de esta manera San Maximiliano María Kolbe da testimonio y ejemplo de dignidad, en medio de la más terrible adversidad. "No hay amor más grande que éste: dar la vida por sus amigos". (Jn 15, 13)

La Transfiguración es uno de los episodios clave en la vida de Jesús. El Señor subió con tres de sus apóstoles –Pedro, Santiago y Juan- a un monte a orar. Mientras rezaban, la apariencia de Jesús cambió y sus vestiduras se volvieron de una “blancura fulgurante”. El Padre Willie nos anima a mantenernos vigentes, siempre unidos al Señor en oración y aspirando a alcanzar la santidad, porque sin ella, nadie verá a Dios.

Los tres hermanos de Betania, Marta, María y Lázaro, tenían una relación especial con Jesús, no solo de fe, pero también de convivencia. Jesús a menudo se detenía a comer en su casa y son muchos los relatos encontrados en el Evangelio según San Juan al respecto. En este programa el Padre Willie nos habla de la amistad, la hermandad y la fidelidad, como Dios manda.

María de Magdala es una santa por descubrir. Que fidelidad, que amor el de María Magdalena. El Padre Willie nos habla de esta mujer que estuvo siempre al lado de Jesucristo antes, durante, y después de la Crucifixión. Fue además la primera persona en tener el privilegio de verle tras la Resurrección y quién dio la buena nueva al resto de los apóstoles.