Los Migrantes
Dicen que viajar es de esas emociones que no dejan dormir en la mañana antes de partir y que cuando por fin llega el día, todo se va en un abrir y cerrar de ojos; sin embargo, ¡que diferente es cuando no se viaja por gusto, sino por necesidad o mejor, hablémoslo sin tapujos… por obligación!
Cuando quienes están aferrados al poder no logran controlar las circunstancias futuras y llevan a sus habitantes a convertirse en migrantes, caminantes de territorio, personas que tienen que dejar todo atrás y empezar de nuevo como si de una tarea sencilla se tratará. ¿Es que nadie conoce la realidad? Esa, en la que algunos deben dejar a sus hijos, otros deben olvidar sus profesiones, muchos deben vivir en la calle y casi todos deben sobrevivir como pueden en busca de un alimento.
Esa misma realidad que ha acobijado a millones de migrantes, quienes por el simple hecho de nacer en un país han sido obligados a afrontar una gran condena y ser juzgados por un crimen del que nunca quisieron participar. Para algunos, un contexto cercano y para otros, un relato más; sin embargo, es tiempo de dejar a un lado la idea de entender la situación del otro hasta estar en sus zapatos y comprender lo que realmente significa el proceso migratorio.
Todos somos migrantes y nadie merece ser juzgado, la vida da un montón de vueltas.