El Señor Jesús, desde siempre anotó lo esencial de continuar con su misión por medio de aquellos a los Él llamó (Mt 3,13), y no los llamó por lo perfecto de su vida, sus cualidades o su santidad, sino por algo que viene a ser materia prima para la historia de salvación y que sólo Jesús conoce. Entonces, si nosotros que creemos en el Señor, sus milagros y su amor, qué nos hace dudar de aquellos a los que Él escogió.
Hoy el P. Kolbe nos recuerda que es por medio de la obediencia, tal como lo vivió la Madre Santa, en que reconocemos la Voluntad de Dios. La obediencia en lo que nos manda nuestra Madre la Iglesia y sus representantes.