Lo que durante décadas fue un lugar de aguas cristalinas, humedales y alta biodiversidad, tanto de aves como de especies acuáticas, es desde hace varios años una "sopa verde" en la que, cada cierto tiempo, mueren millones de peces, crustáceos y plantas marinas. El mar Menor, una laguna salada en el sureste de España, se está asfixiando. La falta de oxígeno impulsada por cada vez más fertilizantes agrícolas y otros nutrientes en el agua está destruyendo este ecosistema supuestamente protegido.