Cuando hablamos de perdón, los cristianos tenemos diferencias en cuanto a su significado: algunos consideran que incluye el olvido mientras que otros entendemos, basados en la Palabra, que es cuestión de no sentir dolor, ni rencor, ni resentimiento ni odio contra el ofensor. En múltiples oportunidades, Nuestro Señor Jesucristo nos exhorta a perdonar, pero olvidamos que cuando Él pronuncia ese mandato, nos incluye a nosotros mismos. ¿Somos capaces de perdonarnos?