Los coleccionistas de monedas históricas a menudo subestiman el atractivo de las novedades numismáticas, considerándolas un nicho minoritario. Sin embargo, la realidad es que estas novedades superan ampliamente en ventas a las monedas de época, como demuestran sus tiradas de miles de ejemplares anuales, que las hacen tener un volumen de venta inalcanzable para cualquier moneda histórica comercial. Esto plantea la cuestión de si coleccionar novedades numismáticas podría considerarse una inversión, buscando una futura revalorización además del gusto personal por su temática o diseño.