Hay a quien le pesa el apellido e intenta esconderlo
detrás de un álter ego, y hay quien lo pone por delante, no solo orgulloso de
la estirpe a la que pertenece, sino para que, también, sirva como clave de la
idiosincrasia artística que porta. Es el caso de José Agarrado Moneo, más conocido
como Moneo, así como es conocida una de las familias y sagas cantaoras
más importantes de Jerez de la Frontera, con nombres como los del fallecido
Juan Moneo ‘El Torta’, entre otros.
Ahora, Moneo porta esta suerte de apellido-marca para
demostrar la transversalidad y liquidez del flamenco que lleva años viviendo en
su cabeza. Y es que, tras años colaborando con artistas como Dellafuente, Lola Indigo,
Maka, Space Surimi, Foyone o Las Ninyas del Corro, entre muchos otros nombres
conocidos del circuito urbano estatal; el jerezano ha decidido poner la voz
y la cara a un proyecto que condense todas sus inquietudes musicales y ayude a
proyectar su particular mirada del nuevo flamenco.
De ahí que hable de referentes que van desde Pink Floyd y
Triana hasta Tool o Pendulum, de Camarón y Alameda a Woodkid o Tool. Una mirada
heterogénea y repleta de matices en el que el rock andaluz (en el proyecto
Taifa Yallah que tuvo con Dellafuente él fue uno de los principales
compositores, y se nota en temas como “Mares”) y los tics urbanos se
mezclan con canciones que pueden recordar a artistas de vocación pop como
Antonio Orozco (como se escucha en “Marzo” o “Alcohol y Hostelería”), así como
la búsqueda de texturas del flamenco de Mairena (“Exilio”), acercamientos a un
flamenco progresivo que renueva los postulados de Elbicho (“Diáspora”) o tics
donde la electrónica oriental (como en “Enero”) o el rap (“Memento Mori” es la
más evidente) ayudan a construir este crisol de estilos.
Aunque tenga que resolver cuestiones como el equilibrio
de esas inquietudes sonoras y tratar de encontrar un sonido más cohesionado y
que vadee menos entre las tradiciones, lo cierto es que como ejercicio de
multi-estilo, este debut de Moneo solo es la primera piedra de un artista
inclasificable y que va a la búsqueda de su propio sonido.
Alan Queipo.