Aunque no sintamos tentados a acomodarnos en este mundo, todo es transitorio y temporal. Nuestros sentidos y nuestras prioridades deberían estar enfocados en la eternidad que sólo podemos encontrar en Cristo Jesús.
Aunque no sintamos tentados a acomodarnos en este mundo, todo es transitorio y temporal. Nuestros sentidos y nuestras prioridades deberían estar enfocados en la eternidad que sólo podemos encontrar en Cristo Jesús.