La República de Mauricio es, además de un paraíso fiscal y un destino para viajeros con posibilidades, un país multiétnico que actualmente está experimentando una ascensión económica y social completa. Pero una gran parte de la población, a menudo criolla, todavía está excluida del "milagro económico de Mauricio". En los márgenes de las plantaciones de café y azúcar donde trabajaban sus antepasados se creó en secreto una música llamada tchiega, chéga o tsiega, una prima lejana del blues. En los años 70 este género evolucionó en la encrucijada de las culturas afro-malgaches, occidentales e indias con arreglos pop, soul y funk, órganos psicodélicos y voces criollas.