Hay algo que tiene que quedar muy claro en este nuevo capítulo en el que nos encontramos, y es que ningún camino es fácil, a veces no podemos elegir como nos va a ir, pero lo que si podemos elegir es cuanto provecho y aprendizaje podemos extraer y aprovechar de las dificultades, de modo que podamos construir nuevas habilidades o fortalecer las que ya tenemos, y así atravesar todos los tipos de obstáculos que nos vaya presentando los días, los meses y los años. Pueden ser valles emocionales, montañas laborales que se ven cada vez más empinadas, sequías relacionales, desiertos espirituales, desafíos académicos imposibles, y la lista sigue.