Al finalizar el episodio puedes tomar un tiempo para el lamento, puede ser por dolor personal, la pérdida de un ser querido, catástrofes naturales y sus efectos, política, migración, injusticia de género o cualquier otro tema que te pese personalmente. Toma un tiempo para expresar tu lamento delante de Dios en la forma en la que tu te sientas más cómoda. Si no sabes por dónde empezar puedes leer el Salmo 116, un salmo de lamento y usarlo para guiarte en tu lamento personalizado.