Una de las cosas que más debemos cuidar es lo que Dios nos entregó, para evitarnos el error de menospreciarlo. La idea de este menosprecio no tiene que ver con el hecho que queramos o no, sino con la importancia que le damos. En ocasiones llegamos a tener algo, sabemos que lo tenemos, pero nos resulta poco interesante.
El carácter es el componente más valioso del liderazgo, no es poder, posición, influencia, notoriedad, fama, talento, dones, dinámica oratoria, superioridad intelectual, logros académicos o capacidades de administración. Es la cuna de la credibilidad para el líder.
Es la fuerza más poderosa que un líder puede cultivar porque protege el liderazgo. Le capacitará para ser un éxito, profesionalmente y personalmente, a medida que usted desempeña su propósito, su visión y sus metas en la vida.