Alguien puede acumular millones de dólares y aun así perderlos en una recesión. Una persona puede comer todo sano, solo nueces y vegetales y aun así batallar contra un cáncer. Un ermitaño puede evitar todo contacto humano y aun así luchar contra el insomnio.

¿Te estás riendo menos que antes? ¿Exageras lo negativo y desestimas lo positivo? ¿Asumes que algo malo va a ocurrir? No puedes relajarte. No puedes bajar la guardia. Eso es ansiedad.

A veces la vida nos lanza situaciones que no vimos venir. Podría ser la muerte inesperada de un ser querido que nos devastan anímicamente, la adquisición de una penosa enfermedad en el umbral de su juventud que desvanece nuestros sueños, pérdidas económicas irreparables que causan bancarrotas, quizás un hijo que se ha ido de la casa, etc. ¿Cómo puedes lidiar con esto?»

Todos los seres humanos, sin excepción; estamos afectados por lo que acontece en nuestros días, tenemos necesidades físicas, morales y espirituales, lo que nos impulsa a mirar a alguien quien pueda suplir estás necesidades, anhelamos justicia, paz social, salud y paz interior, ¿a dónde poder buscar y mirar?

Todas sabemos que nuestra situación ha cambiado de la noche a la mañana. ¿cuál ha sido tu reacción?

Momentos como éstos demuestran nuestra vulnerabilidad pero también nos proveen la oportunidad para hacer lo correcto

A medida que la crisis va afectando al interior de nuestras familias, necesitamos ir a un lugar más seguro para refugiarnos

Cuando las dificultades escapan de nuestras manos,  aunque no se pueda explicar podemos recurrimos a la fe en Dios

A pesar de ser más fuertes emocionalmente que los hombres,  somos vasos frágiles.

Los resultados son producto de las decisiones tomadas en el momento