¡Bienvenidas a Mujeres de Fe: Unidas y en Acción! Soy Lissie Burgos, tu hermana en la fe y en el devocional de hoy quiero hablarte de un tema que muchas hemos experimentado en el trabajo, en el hogar o en nuestra comunidad: el rechazo.
El rechazo duele, especialmente cuando viene de personas a quienes apreciamos o respetamos. Puede manifestarse de muchas formas: una mirada de indiferencia, un gesto de desprecio o un contacto evitado, como cuando pones tu mano en el hombro de alguien con buenas intenciones y esa persona se aparta.
Lo más difícil es cuando el rechazo llega incluso cuando nuestras intenciones son sinceras y de buena fe. Tal vez intentaste ayudar a alguien, mostrar cariño o colaborar en el trabajo, pero en lugar de gratitud, encontraste desprecio, envidia o frialdad.
¿Cómo podemos afrontar estos momentos sin que el rechazo afecte nuestra paz y nuestro propósito; sin que el rechazo nos defina? La clave está en poner nuestra confianza en Dios, no en las personas.
Escucha qué nos dice la Palabra sobre esto y cómo podemos encontrar fortaleza en el Señor, aún en medio del rechazo.
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