Inspiraciones al albur del río y los montes, de los senderos y arroyos del valle del Cabriel. Lugares que exploré en mi juventud y que en estos tiempos dramáticos y de tiranía gubernamental recupero para mis ojos fatigados de mundo. A tres guitarras y voz, y una letra un tanto trabajada, despliego mi solitario método compositivo y grabo con mi fórmula doméstica: primero la guitarra acústica, siguiendo un bpm de corcheas muy rápido (en realidad es un 6/8)marcado por la claqueta del multipistas. Y por partes. Si segmentas la canción es mucho más fácil de grabar y más difícil equivocarte. (Sobre todo en el ritmo).