Virginia Woolf, Lawrence de Arabia o Bernard Shaw encontraron, entre los árboles de bosques o campos, la intimidad que acoge, el silencio que a uno le centra forzosamente pero sin violencia, y le brinda el paisaje perfecto (interior y exterior), para trabajar.

Muchos han sido y son los filósofos, compositores, escritores y artistas que han buscado y buscan un lugar adecuado para pensar, para idear sus obras. Ese espacio creador ha sido, en muchos de los casos, una cabaña en medio de la naturaleza. Así en Heidegger, Mahler, Wittgenstein o Grieg. 

Escritor y ceramista, Edmund de Waal funde en sus obras un encuentro entre Oriente y Occidente, entre la cultura de la dinastía Song de China y la Bauhaus alemana, siguiendo la estela de dos mil años de historia de la porcelana.

Fue Goethe quien, animando a que la filosofía no fuera solo pensamiento y escritura, invitó con esa máxima, "no te olvides de vivir", a experimentar la felicidad del momento y a no perderse en la nostalgia.

Elisabeth Anscombe, filósofa y profesora en la Universidad de Cambridge, dio un giro fundamental a la filosofía analítica introduciendo el término "consecuencialismo" e interesándose profundamente la ética de la virtud. 

Filósofo, antropólogo y sociólogo, Bruno Latour demuestra en sus investigaciones cómo el ser humano influye en toda realidad -también la científica- e interactúa con ella

Desde el pequeño teatro de marionetas de sombras, que manejaba en su infancia, hasta su labor como creadora de las " sombras negras" para el cine de animación, la estética de Lotte Reiniger fue definida por Jean Renoir como la "expresión visual de la música de Mozart".

Libro del maestro Han Fei. El arte de la política.

En el siglo 3 a. C., el maestro Han Fei escribió una serie de documentos en los que reflejaba los problemas y causas que habían originado el caos y la guerra en China. Sus ideas sobre la ley fueron el cimiento de la China Imperial y continúan siendo pilares de la China de hoy. 

Giordano Bruno era filósofo, teólogo, astrónomo y matemático, pero también, como muchos otros hombres del Renacimiento, conocía profundamente el Corpus Hermeticum de Hermes Trismegistos.

Desde las aves vistas por la Antigua Grecia hasta las flores de los jardines de Vita Sackville-West, las Ciencias de la Naturaleza y las Humanidades siempre se nos han dado entrelazadas, hermanadas, no separadas artificialmente en disciplinas. De eso trata el libro Hablaban con las bestias, que recopila ensayos de varios autores.