Respirar despacio aumenta la cantidad de oxígeno a tus células. Si has leído mi libro ya sabrás porqué. La respiración lenta mejora el rendimiento intelectual, físico y sexual, pero sobre todo, y casi de forma inmediata, tu bienestar emocional. La ansiedad desaparece como por arte de magia: una magia llena de ciencia. Respira despacio.