La esperanza será siempre un signo de la presencia de Dios en nuestras vidas. Dios nunca abandona. Amar y recrear su creación será siempre su verdad. Nuestro buen Dios estará siempre amando y recreando su creación, dándose y dándolo todo para que el ser humano viva con dignidad. Nadie tiene derecho a invadir la vida de otros para que sean a su justa medida. El evangelio de hoy rompe aquellos criterios oscuros que nos alejan de Jesús. ¡Señor, que podamos dejar que tu construyas aquello de "odres nuevos", en nuestras vidas