El tema del soneto está reflejado en el primer terceto, y en la expresión: “Coged de vuestra alegre primavera/ el dulce fruto”. Esta idea ya estaba planteada en el poeta latino, Horacio, y él la había plasmado en la sentencia “carpe diem”, que significa “aprovecha el día”. La vida es corta, pasa más rápido de lo que el hombre cree, y en el Renacimiento, esa percepción era muy clara, porque sabían cuán maravilloso era todo lo que tenían para conocer. No hay tiempo para perder, si se quiere tomarlo todo. Por más que el hombre luche contra el pasaje del tiempo, este es implacable en su camino a la muerte, y aunque seamos sutiles en el Renacimiento al decir esto, igual no deja de suceder. Cuando se llegue al Barroco esta idea se va a gritar con mayor violencia y angustia.