La importancia de reconocer nuestras debilidades y poder trabajar en ellas, es parte de nuestros destinos en este viaje. Un destino que nos ayudará a impulsarnos a otro nivel, nos hará crecer como personas y dentro de nuestra mente todo será posible. Recuerda, en este viaje tu decides a que destino llegar, pero el Espíritu Santo es quien te guía.