Muchas personas emprenden un cambio de casa llenas de expectativas, esperanzas y deseos.
Han elegido esa casa con amor, con paciencia, con dedicación, con sabiduría y con sentido de la practicidad.
Han dedicado tiempo, esfuerzo y dinero para decorarla y convertirla en un lugar agradable, pero... las cosas
no resultan como estaban planeadas y al no poder comprender las causas los invade el desaliento.
La solución puede estar en el Feng Shui, que nos ayuda a partir de las enseñanzas y tradiciones del Antiguo
Oriente –fundamentalmente chinas- a que una casa se convierta en una auténtica morada de amor y felicidad.