Bienvenidas y bienvenidos a Acercándonos a Escuchar, un espacio donde la música se convierte en un puente que une culturas, épocas y emociones.

En cada episodio, exploramos cómo los sonidos moldean nuestra percepción y transforman nuestra manera de habitar el mundo.

Este podcast es una iniciativa de la Casa de las Artes, perteneciente a la Dirección de Vinculación con el Medio de la Universidad Austral de Chile, sede Puerto Montt.

Creemos que cada nota y cada ritmo nos guían hacia algo más grande: un reflejo de nuestra humanidad compartida y de las historias que nos conectan.

Hoy, dedicamos este episodio a rendir homenaje a una de las grandes voces de la música brasileña. El pasado 1 de mayo falleció en Río de Janeiro Nana Caymmi, a los 84 años, dejando un legado profundo en la canción romántica y la Música Popular Brasileña.

Nacida el 29 de abril de 1941, en el seno de una familia marcada por la música —hija del legendario compositor Dorival Caymmi—, Nana forjó una carrera sólida y respetada durante más de seis décadas. Su poderosa voz de contralto, cargada de emoción y sofisticación, la convirtió en una figura inconfundible.

Fue brevemente esposa del también ícono brasileño Gilberto Gil, con quien se casó en 1967, y madre de tres hijos. A lo largo de su vida artística, estuvo vinculada a grandes nombres de la música brasileña. Aunque a menudo se mantuvo alejada de los reflectores, su obra fue sinónimo de calidad, profundidad y autenticidad.

Grabó más de 30 discos, y fue admirada tanto por el público como por sus colegas. Entre sus trabajos más aclamados se encuentran sus interpretaciones de canciones de compositores como Tom Jobim, Edu Lobo, Ivan Lins y su propio padre.

Nana Caymmi será recordada como una de las grandes voces de Brasil: una artista de sensibilidad única, que supo elevar la música popular a alturas poéticas y conmovedoras.

A continuación, los invitamos a escuchar Eu Sei Que Vou Te Amar/O Bem e o Mal

en la voz inconfundible de Nana Caymmi.

Gracias por acompañarnos en este viaje musical. Nos reencontramos en el próximo episodio de Acercándonos a Escuchar.

Hasta entonces, no lo olviden: en cada nota hay una historia, y en cada silencio, una oportunidad para descubrir algo nuevo.