En el último episodio te decía que podemos comparar la escuela con un tablero de ajedrez, porque además del rey y la reina –o sea, los directivos– hay caballos, alfiles y torres. Y decía también que en una escuela no hay peones, porque todos somos gente preparada y con titulación, capaz de ir hasta el final del tablero y volver atrás. Entonces, si no hay peones, no eres un peón. ¿Alguien cree que eres un peón? No te dejes tratar como un peón.