Cuando te enfrentas a un desafío que te parece gigante y sin chances de ganar, a menudo aparece el miedo. Y a pesar de estar rodeado de personas, podemos llegar a sentirnos solos. Para estos momentos de la vida, Dios tiene un mensaje para nosotros que quiere que oigamos: No estás solo! Esto es lo que le dijo a Josué cuando éste se enfrentó a su primer gran desafío como líder de su pueblo. Y es lo mismo que quiere que nosotros sepamos. Él quiere guiarnos y tomar el control de aquello que nos atemoriza y nos impide avanzar en nuestra vida. Y que podamos experimentar su presencia en medio de nuestras circunstancias.