Una cosa es alinearse globalmente con lo que una marca internacional dicta, lo entendemos, pero otra muy distinta es querer aplicar la misma fórmula esperando a que funcione en el mercado local, así, por arte de magia, sin conocer a tus consumidores, sin una conversación que permita un intercambio de ideas, porque al final, las marcas podrán tener una influencia muy grande, pero gran parte de ella viene directamente del dinero de las personas que la compran.
Aunque parece rebuscando y quisquilloso, Air Max Day siempre se trató de la comunidad, de los amantes del aire, antes del fashion, del arte contemporáneo y el reggeatón el impacto cultural (impulsado por Nike) ya estaba ahí.
Este año hubo mucho festejo, mucha opulencia, mucho músculo para demostrar que el Swoosh tiene el poder de convocatoria capaz de dejar fuera a medio número de invitados y salir bien librado, al menos en las menciones de sus influencers, porque a fuera de esa burbuja pasa otra cosa y de eso hablamos en este episodio.