¿Cuántos de nosotros no hemos sido foráneo? Y aprender que serlo, no es solo comer sopa instantánea y atún, sino saber organizarse, saber la diferencia entre la ciudad y la provincia, aprender a movernos y sobretodo a sobrevivir solos. Si ves a un foráneo, ¡abrázalo! probablemente lo requiera.