Pablo nos orienta a tener un estilo de vida coherente con el evangelio que recibimos, ello implica tener perspectiva espiritual, una búsqueda constante de la verdad y testimonio fraterno en el contexto que nos toca vivir. El evangelio nos interpela a descubrir que nuestro seguimiento de Cristo es una dinámica que debemos renovar, estando a la escucha del Señor que nos llama y dando una respuesta cada vez más generosa. ¡Maestro, no te canses de llamarnos para seguirte!