Se nos va de ojo que el capitalismo salvaje está rompiendo las costuras del orden social, al generar una desigualdad galopante en la que los ricos son cada vez más ricos y los pobres cada vez más pobres, que exige volver a situar a la persona como eje del sistema y no al beneficio.

Un nuevo contrato social y nuevas reglas del juego como propone en su último libro el premio nobel de economía Joseph Stiglitz, donde afirma que hay ya empresas que dominan sectores completos de la economía generando una desigualdad vertiginosa, a la que poner coto.

Y hay que ponerle límite porque la desigualdad es el caldo de cultivo donde germinan y se expanden los discursos populistas y disruptivos. Un pacto global entre los mercados, el Estado y la sociedad que pare a la extrema derecha que – según Stiglitz - no funciona e introduzca reformas de calado que equilibren la influencia de esos mismos mercados; que acabe con los monopolios, la competencia desleal e introduzca un reparto más justo de impuestos y cargas sociales, y todo ello en el marco de un gobierno global corporativo. Nuevas reglas del juego que, según Stiglitz, nos deben encaminar a un nuevo . ¡Que no se te vaya de ojo!