Uno de los obstáculos más difíciles de superar para vivir por fe, es nuestra propia razón y lógica humana. Pero es que sencillamente a Dios no hay que entenderlo, hay que obedecerlo.
Uno de los obstáculos más difíciles de superar para vivir por fe, es nuestra propia razón y lógica humana. Pero es que sencillamente a Dios no hay que entenderlo, hay que obedecerlo.