Palabra de Dios: “Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra. Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios. Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria.” Colosenses 3:1-4

Perlas: Los frutos de una vida resucitada en Cristo son los del Espíritu que resucitó a Cristo de entre los muertos. El fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre y templanza o dominio propio (Gálatas 5:22). Estábamos muertos espiritualmente y Cristo vino a nuestro encuentro para darnos vida y vida en abundancia. Aquel que ha resucitado con Cristo es guiado por Su espíritu, y busca y pone la mirada en las cosas de arriba. ¿Cuáles son las cosas de arriba? Las cosas que tienen valor eterno, lo que realmente llena nuestros vacíos y sana nuestras heridas; la sabiduría de Dios, Su carácter perfecto, la fidelidad de Dios, Su infinito poder, Sus promesas, Su Palabra y Su amor que NUNCA deja de ser. El llamado es caminar por esta tierra con nuestra cabeza (mente, mirada) en el cielo, y los pies en la tierra.

La otra opción es poner la mirada en las cosas de abajo;e s una opción terrible poner, tanto la cabeza como los pies en la tierra, e ir caminando por esta tierra con la perspectiva de la tierra, viviendo una vida sin visión de lo eterno, cargada de pesimismo y amargura. Mirar hacia abajo es: Las cosas terrenales, lo que el mundo ofrece, colocar nuestro enfoque y nuestra confianza en lo material y en los hombre. Cada vez que colocamos nuestra mirada en lo temporal, vendrán decepción y dolor.

Vivir con la cabeza (mirada, mente) en el cielo y los pies en la tierra, y tener nuestro enfoque en Dios y en Su Reino, y en lo que tiene valor eterno, no nos garantiza una vida sin problemas. Jesús nos anunció que en este mundo tendríamos aflicción, y dice también Su Palabra que, muchas son las aflicciones del justo, pero que ¡de todas ellas le librará el Señor! (Salmos 34:19).

¿Sabes qué tiene valor eterno también? Las personas, porque los seres humanos somos seres eternos. Vamos a vivir para siempre; ahora, ¿Dónde pasaremos la eternidad? ¿A dónde iremos después de partir de esta tierra? Eso depende de si hemos creído o no. “De tal manera amó Dios al mundo, que dio a Su Hijo unigénito, para que todo aquel que en Él crea, no se pierda mas tenga vida eterna.” (Juan 3:16). Tu vida puede ser usada por Dios. Él quiere usar tu vida para que tu familia y otros fuera de tu familia crean y puedan ser salvos. Vive con la cabeza en el cielo y los pies en la tierra. Vive tu vida de tal manera que se note Cristo, que tu fe trascienda en cada uno de tus pasos, de tal forma que tu vida predique a Cristo sin palabras. Que prediquen tus hechos, tus obras, tus respuestas, tu capacidad de amar y perdonar, que prediquen tu compasión y tu integridad. Jesús en ti alcanzando a muchos para la eternidad…eso es un concepto real y es maravilloso.

Oración: Espíritu Santo, te pido en esta hora que me ayudes a poner mi mirada en las cosas de arriba y en todo lo que tiene valor eterno. Ayúdame a morir a lo temporal, a las cosas de este mundo. Resucítame en Ti. Esconde mi vida en Ti y enséñame a vivir mi vida enfocado en lo eterno. Abre mis ojos espirituales, amplía mi visión, que yo pueda ver más allá de lo que se ve; que yo pueda entender cómo mis palabras, acciones y decisiones tienen un impacto en la eternidad de las personas que me rodean, comenzando por mi familia. Dios, te suplico que yo pueda ser usado por Ti para que mi familia crea en Ti, y no por el enemigo que los aleja de Ti. Mantenme consciente del poder de impacto y de influencia que tengo. Quiero vivir en Ti, por Ti y para Ti, para Tu gloria Señor. Amén.