Palabra de Dios: “Pasadas estas cosas, aconteció que los hijos de Moab y de Amón, y con ellos otros de los amonitas, vinieron contra Josafat a la guerra. Y acudieron algunos y dieron aviso a Josafat, diciendo: Contra ti viene una gran multitud del otro lado del mar, y de Siria; y he aquí están en Hazezon-tamar, que es En-gadi. Entonces él tuvo temor; y Josafat humilló su rostro para consultar a Jehová, e hizo pregonar ayuno a todo Judá. Y se reunieron los de Judá para pedir socorro a Jehová; y también de todas las ciudades de Judá vinieron a pedir ayuda a Jehová.” 2 Crónicas 20:1-4

Perlas: Vamos a dedicar el resto de la semana a estudiar los pasos que llevaron a Josafat a la victoria AUNQUE contra él se levantaron varios ejércitos. Así como dijo David: “AUNQUE un ejército acampe contra mí, no temerá mi corazón; aunque contra mí se levante guerra, yo estaré confiado.” Salmos 27:3

¡Qué perfectos son Dios y Su Palabra que nos permiten ver todos los aspectos y el proceso previos a la victoria! El primer momento, ese momento terrible de esa noticia que no esperábamos y que nadie quisiera recibir. A Josafat le anunciaron que venía un numeroso ejército contra él, un ejército muchas veces más grande que el suyo, enemigos que se juntaron para hacerse más fuertes y acabar con él. Josafat era consciente del tamaño de sus enemigos, de la fuerza que tenían y de su incapacidad para enfrentarlos, y de cuán imposible era la idea de derrotarlos. La Biblia nos muestra que Josafat tuvo temor. Gracias a Dios por mostrarnos que eso fue lo primero que sintió Josafat. Y también nos muestra lo que EN MEDIO de su temor hizo: Se postró humillado ante el Señor para consultar con Él. No dice que se quejó, ni que le reclamó, ni que se puso a pelear con Dios ni a juzgarlo; Josafat no tenía tiempo para perder y tomó una primera gran decisión sabia: Consultar a Dios. 

Y la segunda decisión sabia que tomó, EN MEDIO DE LA AMENAZA, Y A PESAR DEL TEMOR, fue pregonar ayuno y oración. Josafat pidió oración, pidió ayuda, compartió su carga con los demás, y les pidió que oraran y ayunaran y clamaran al Señor por ayuda. Wow…esto fue una estrategia maravillosa para la victoria: La unidad en oración y ayuno. No se quedó solo Josafat orando en su habitación, sino que invitó a muchos, a todos los que pudo. Dos decisiones muy sabias, AUNQUE sintió temor: Humildemente se postró ante el Señor e invitó a todo el pueblo a hacer lo mismo, orar, clamar, buscar Su ayuda.

Oración: Señor, hoy me postro con un corazón humilde delante de Tu Presencia que siempre me acompaña. Reconozco que tengo temor, que no tengo con qué vencer por mí mismo, pero vengo a arrojarme en Tus brazos de amor. Te necesito. Necesito Tu guía y Tu fuerza para enfrentar esta guerra y vencer. Muéstrame a quiénes invitar a orar por mí y por mi familia. Muéstrame quiénes son mis compañeros de batalla. Muéstrame que no estoy solo. Dame la humildad no solo para pedir Tu ayuda, sino para pedir ayuda a los demás. Amén.

Reto del día: Reconoce en la Presencia de Dios ese temor que tienes. Pídele que Su perfecto amor eche fuera todo temor. Consulta al Señor como lo hizo Josafat. Habla con Dios acerca del “ejército que viene contra ti”, acerca de la guerra y acerca de las estrategias para la victoria. Escúchalo. Y el segundo reto es invitar a otras personas a orar por ti, sé honesto con respecto a los que estás viviendo y pide ayuda. Pregona oración y ayuno como lo hizo Josafat.