Palabra de Dios: “Entonces Josafat se puso en pie en la asamblea de Judá y de Jerusalén, en la casa de Jehová, delante del atrio nuevo; y dijo: Jehová Dios de nuestros padres, ¿no eres tú Dios en los cielos, y tienes dominio sobre todos los reinos de las naciones? ¿No está en tu mano tal fuerza y poder, que no hay quien te resista? Dios nuestro, ¿no echaste tú los moradores de esta tierra delante de tu pueblo Israel, y la diste a la descendencia de Abraham tu amigo para siempre? Y ellos han habitado en ella, y te han edificado en ella santuario a tu nombre, diciendo: Si mal viniere sobre nosotros, o espada de castigo, o pestilencia, o hambre, nos presentaremos delante de esta casa, y delante de ti (porque tu nombre está en esta casa), y a causa de nuestras tribulaciones clamaremos a ti, y tú nos oirás y salvarás. Ahora, pues, he aquí los hijos de Amón y de Moab, y los del monte de Seir, a cuya tierra no quisiste que pasase Israel cuando venía de la tierra de Egipto, sino que se apartase de ellos, y no los destruyese; he aquí ellos nos dan el pago viniendo a arrojarnos de la heredad que tú nos diste en posesión. ¡Oh Dios nuestro! ¿no los juzgarás tú? Porque en nosotros no hay fuerza contra tan grande multitud que viene contra nosotros; no sabemos qué hacer, y a ti volvemos nuestros ojos.” 2 Crónicas 20:5-12

Perlas: Después de humillarse frente al Señor, consultar con Él, e invitó a todos el pueblo a que se unieran con él el ayuno y oración, pidiendo la ayuda de Dios, después de todo esto, Josafat hizo una oración al Señor delante de todos, en la que primero que todo se recordaba a sí mismo y a todos Quién era Dios, cuán poderoso era, cuán fiel a Sus promesas; le recordaba a Dios todos los milagros que Él había hecho antes, pero sobretodo, se lo estaba recordando a él mismo y a todo el pueblo que lo escuchaba. Esta fue un acto espiritual poderoso para ser avivados y activados en la fe a través de recordar la gloria de que todos habían visto, y ser sellados con la certeza del poder y de la fidelidad de Dios. Sellados con la certeza de que una vez más verían Su gloria y Su poder manifestados.

Luego, Josafat procedió a presentarle al Señor el caso de los enemigos que venían contra él, reconociendo cuán fuertes eran ellos y cuán débil era él y reconociendo que no sabía que hacer, que él no tenía manera de enfrentarlos. Y cierra esta oración con la decisión de volver los ojos a Único que los podía liberar.

Oración: Padre, hoy quiero reconocer que Tú eres mi único Dios, reconozco que eres Todopoderoso, reconozco que he visto Tu poder y Tu gloria derramarse en mi vida en incontables momentos. Gracias Padre. Hoy recuerdo cuánto me has bendecido. Vengo ante Ti con esta gran preocupación o esta tormenta por la que estoy pasando. Es más grande y más fuerte que yo, no sé qué hacer, y por eso hoy vuelvo mis ojos a Ti, como Josafat. Te escucho. Te obedezco. Amén.

Reto del día: Haz un listado de todos los milagros que has visto a Dios hacer en tu vida, y en la vida de los que amas.