Palabra de Dios: “Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.” Mateo 6:10

Perlas: Esta semana el Señor nos habla de cómo traer el cielo a nuestra casa. Cuando Él entra a nuestra casa, Él entra para reinar, y únicamente si le permitimos reinar, ENTONCES nuestra casa será como un pedacito del cielo en la tierra, donde no solo habita el Señor, sino que gobierna, y Su voluntad se hace en nuestra casa, así como ocurre en el cielo. ¿Es posible que Dios haya entrado en una casa, pero que no reine en esa casa? Absolutamente, así tal cual como ocurre con tu corazón o el mío…es posible que le hayamos abierto la puerta para entrar, pero que no le estemos dejando gobernar. Esto es un proceso que toma tiempo, porque una vez abrimos la puerta del corazón, después tenemos que abrir muchas puertas que están dentro del corazón, cada área y aspecto de nuestra vida que normalmente vamos abriendo y entregando bajo Su Reino y gobierno, poco a poco. Dios soberanamente determinó que nosotros tenemos que decidir abrirle la puerta o no, dejarlo gobernar o no. 

Lo interesante, y espeluznante, es que siempre “alguien” está gobernando. La oración que nos enseñó Jesús dice que pidamos que venga SU REINO. Osea que ¿puede haber otro reino? Totalmente. Bíblicamente hablando, existe el Reino del la Luz y el reino de la tinieblas. En el Gobierno o Reino de la Luz, el Reino de los Cielos, allí solo gobierna el Señor Jesucristo, el Padre Celestial y el Espíritu Santo, que son UNO.  Dios entrega autoridad a Sus hijos, en la medida que aceptan y se rinden a la autoridad de Él, pero Él es la autoridad.  Por otro lado, el reino de las tinieblas, es gobernado por satanás y sus demonios. 

La Biblia dice que no es posible servir a dos señores. No puedes tener dos reyes, ni servir en dos reinos o gobiernos. También Jesús dijo con gran claridad que por qué lo llaman “Señor, Señor” si no hacen lo que Él dice. La Palabra de Dios nos confronta y nos exhorta, y nos enseña que nadie puede vivir en dos aguas, ni pensar que puede estar en la luz y en las tinieblas al mismo tiempo. Jesús prácticamente dijo que solo podemos decir que Él es nuestro Señor si hacemos lo que Él dice, y que solo podemos decir que le amamos si le obedecemos.

Reto del día: Responde con honestidad todas estas preguntas: ¿Cuál reino gobierna tu vida? Todos queremos responder rápidamente que el Reino de la Luz, pero la realidad puede ser otra. Recuerda pensar en ti porque todo comienza por ti. ¿A quién obedeces? ¿A Dios o a tu carne? ¿Tu vida está gobernada por Dios o por el deseo, o la voluntad, o los intereses de otras personas? ¿Qué cuartos de tu corazón aún siguen cerrados y no has permitido que el Señor y Su Reino entren?

¿Qué estás trayendo a tu casa? ¿Qué tipo de personas entran a tu casa? ¿Qué música escuchas? ¿Qué películas ves? ¿Qué buscas en el internet? ¿Qué tipo de conversaciones te permites tener dentro de tu casa? ¿Qué tipo de revistas o libros o juegos son parte de tu casa? ¿Qué puertas has abierto al reino de las tinieblas a través de tu estilo de vida?

¿Alguna vez has sentido que tu casa es un campo de batalla? ¿Tal vez tu casa es como un terreno minado que hay que caminar cautelosamente o de lo contrario puede explotar una bomba? O tal vez tu casa es una casa de dolor y tristeza. Quizás es la casa del silencio, nadie habla, nadie pregunta, nadie siente. ¿Quieres que tu casa se convierta en un refugio para tu familia y para ti, un lugar de descanso, de luz, de paz y de muchas alegrías? Ora, anhela y permite que entre y se establezca SU REINO DENTRO DE TI primero, y después alcanzará toda tu casa.