Palabra de Dios: “Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido? Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas? ¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo? Y por el vestido, ¿por qué os afanáis? Considerad los lirios del campo, cómo crecen: no trabajan ni hilan; pero os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió así como uno de ellos. Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe? No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.” Mateo 6:25-33

Perlas: En el cielo no hay pobreza ni escasez. En el cielo no hay falta de nada. Y aquí en la tierra también pudiera ser así, si permitimos que Su Reino venga a nuestra casa, si traemos el cielo a nuestra casa a través de nuestra entrega y rendición. Así como dijo David en el Salmo 23, así podemos decir nosotros: Jehová es mi pastor y NADA me faltará. Notemos que para que ocurra lo segundo, debe ocurrir lo primero: Solo si Jehová es mi pastor (mi guía, el que dirige mis pasos, el que gobierna mi día a día), entonces NADA me faltará. 

Es natural preocuparse por lo que todo ser humano se preocupa. Pero estamos llamados a vivir bajo un Reino que es sobrenatural. El Gobierno de Dios, el Reino de los Cielos, y tenemos acceso a que ocurra en nuestra casa así como ocurre en el cielo. Pero, estamos llamados, no obligados. El Señor nos llama y nos promete que si buscamos primeramente Su Reino y Su justicia, TODAS las demás cosas nos serán añadidas…añadidas, es decir, llegarán no sabemos cómo, pero llegarán y no nos hará falta nada.

Buscar Su Reino y Su justicia es buscar vivir una vida rendida a Su voluntad, es buscar hacer lo correcto de acuerdo a lo que Dios dice que es correcto, es rendir nuestra agenda y buscar ser parte de la agenda del Señor. Buscar que Su Reino esté cada día más establecido en nuestra vida, familia y comunidad.  Buscar Su Reino y Su justicia, y que todas las cosas nos serán añadidas no significa que tendremos vidas totalmente sin problemas ni desafíos, lo que significa es que siempre tendremos lo que necesitemos y que de todos los problemas y desafíos saldremos victoriosos y la gloria será para el Señor.

Reto del día: ¿Qué te preocupa? ¿Cuál son esos pesos o cargas que tienes en tu alma? Escribe todo, incluyendo lo material, financiero, salud, familia, matrimonio, futuro, profesión, carrera, llamado, etc.

Oración: Padre, reconozco que Tú eres Dios, Rey de reyes y Señor de señores. Veo mi larga lista de preocupaciones y quejas…perdóname por preocuparme en lugar de entregar todo en Tus manos y confiar en Ti y en Tus promesas. Entrego uno a uno de estos puntos de mi lista. Toma por favor todo este peso y toda esta carga. Hoy, en el nombre de Jesús, decido clamar que venga Tu Reino, que venga el Cielo a mi casa, entra Jesús a cada rincón de mi vida y gobierna. Me rindo en Tus brazos de amor. Respiro profundo y escojo confiar en lugar de temer. Confío. Quiero vivir buscando Tu Reino y Tu justicia, vivir para agradarte a Ti y ser útil en Tus manos…y estoy seguro que todo lo demás me será añadido para Tu gloria. Amén.