Esta iniciativa público-privada involucró a Anglo American, Colbún, Reborn Electric Motors, Fundación Chile y el Centro Nacional de Pilotaje, con financiamiento de Corfo a través de su programa «Crea y Valida».
Con una inversión total cercana a 800 millones de pesos, el bus fue diseñado y fabricado por Reborn Electric Motors, startup chilena con sede en la región de O’Higgins. El vehículo combina una celda de combustible de hidrógeno y baterías eléctricas, lo que le permite operar sin emisiones contaminantes y alcanzar una autonomía de hasta 600 kilómetros.