En esta ocasión, nos fijamos en el arte como mirada, como un saber mirar la belleza de este mundo, y aun de lo Invisible mismo, como el esplendor de lo real. Si es verdad que existen artistas privilegiados que han hecho de su labor cauce de la hermosura, no lo es menos que todos estamos llamados a hacer una obra hermosa de nuestra vida. La belleza es morada del ser humano, camino que conduce al encuentro con el Creador y el Amor primero.