En esta ocasión, tras la celebración de la Epifanía del Señor, hablamos (de la mano de Chesterton, sor Isabel Guerra, Haydn y Ernestina de Champourcin) del asombro que nos despierta a la belleza que nos rodea, en el Misterio del Dios Creador que toma la carne y la condición de la criatura, y en la Creación misma que nos revela la presencia de la Belleza infinita, alimento esencial del espíritu.