En el eco de la celebración del Corpus Christi, Andrés Jiménez y Miguel Ángel Irigaray, alentados por el magisterio de Santiago Arellano, reflexionan hoy sobre el papel de los autos sacramentales en la cultura que alumbró el Siglo de Oro español. Son un ejemplo de una fe que se hace cultura y que alimenta la conciencia y los vínculos profundos de un pueblo. Una reflexión oportuna para nuestro tiempo, enfermo de individualismo.