tiene que ver con el que nos vendieron desde Hollywood y el turbo-capitalismo. Hijo de mexicanos que emigraron huyendo de la

inseguridad y la falta de oportunidades en su país, y nacido en 1997 en Indiana

(ese medio oeste de Estados Unidos donde no brilla precisamente la variedad

cromática en la piel), su historia está impregnada por el racismo y el

esfuerzo sobrehumano de sus padres por sacar adelante a él y a sus hermanos.

Su música conecta con la que ahora mismo hacen Cuco,

Boy Pablo o Sen Senra

(y la que una década antes comenzaron a practicar Frank Ocean, Ty Segall, The

Internet o Helado

Negro): un nuevo pop alérgico a las etiquetas, que bebe de la

música negra (r&b, soul, funk) y usa los códigos del bedroom pop (espíritu

DIY, letras intimistas y confesionales con su punto romántico) y que, en su

caso, está enriquecido por un gusto por la psicodelia y la herencia de la

música latinoamericana que escucha desde pequeño (‘En el olvido’ es un precioso

homenaje a esa herencia).

‘Ivory’ confirma a su autor, cuatro años después de

irrumpir en plataformas como SoundCloud y Spotify con su himno grabado de forma

casera ‘Ugotme’, como uno de los cantautores modernos más influyentes de su

generación. Saltando con naturalidad del inglés al español, picoteando con

una envidiable versatilidad entre distintos ritmos y acompañado de estrellas

con sangre latina en Estados Unidos como Kali

Uchis, Omar Apollo brilla en este disco que debería confirmar su

éxito más allá de América.

José Fajardo