En la noche de ayer vivimos una victoria y una fiesta. El Granada CF no falló y venció con goleada en su visita a la Ciudad Deportiva del Villarreal donde se midió a un modesto CD Roda, equipo de tercera federación. Al igual que Bienvenida murió al ser cogido por una vaquilla, el club rojiblanco ya tiene experiencia en probar las hieles de ser eliminado de la Copa del Rey a manos de equipos de inferior categoría, incluso hay que recordar lo que sucedió a finales de septiembre de este mismo año cuando fue derrotado por un segunda federación como el Real Jaén. Seguramente algunos esperarían un pinchazo monumental frente a este modesto, para seguir azotando con la crítica más feroz. Pero no, el equipo de Pacheta tuvo un buen comportamiento, dio la cara y logró una victoria holgada por un tanto a cinco. Jugaron inicialmente los que son suplentes en Liga más algún jugador del Recreativo, como Mario Gambín que, por cierto, tiene buena pinta. Pascual, el centro delantero del equipo, anotó dos goles, uno de ellos de penalti, solo le quedan ahora diez u once más para llegar al vaticinio del entrenador. En cuanto al otro partido con color granadino, la afición de la UD Maracena vivió una gran fiesta histórica en Los Cármenes para ver a su equipo jugar competición oficial ante todo un histórico del fútbol español, el Valencia. Ante unos diez mil espectadores y aunque los azulones aguantaron el empate a cero de la primera parte, los de Corberán se impusieron en la segunda gracias a cinco goles de calidad. Pero el partido fue inolvidable y un momento muy agradable para nuestro fútbol. Gracias al Granada CF que posibilitó que ese partido, con toda la infraestructura que el club rojiblanco puso en marcha a disposición de un club amigo, fuera posible.