Hoy hemos leído una nota que tiene pocos o ningún precedente en el fútbol español y mundial. Se trata de un comunicado que ha emitido una asociación de aficionados en la que pide al público que no vayan al estadio de Los Cármenes este próximo seis de enero con motivo del partido de Copa del Rey que enfrentará al Granada CF y al Rayo Vallecano. Además de esa petición recomiendan lo que estos aficionados que no acudan tiene que hacer con los veinte euros que se ahorran. El club rojiblanco, su junta directiva, ha tomado una medida a todas luces acertada con el precio que ha entendido que debe cobrar, de modo unificado, a sus prácticamente diecisiete mil abonados, veinte euros, para poder presenciar el partido de Copa. Además, la directiva, decidió también que los niños y niñas menores de 14 años no pagaran en este partido, en un homenaje a los pequeños que disfrutan especialmente con la ilusión de estos días. La nota se queja del cobro de esos veinte euros, que se encuentra, por cierto, bastante por debajo de lo que otros clubes de segunda división van a cobrar a sus aficionados para estos partidos de la competición copera. La nota se antoja desmedida, sin precedentes y desproporcionada. Y perjudicial para un club que necesita, como cualquiera, no ya el dinero de la taquilla, que en un momento dado puede ser lo de menos (por desgracia no creo que vaya a ser supermillonaria) sino que su seguidores no se desconecten con un equipo, al que no solo le vendría bien seguir adelante en la Copa, sino que necesita a su gente para poder quedarse un año más en segunda división.