El pasado martes, 20 de febrero se celebró en la sede de IU-PCA un acto de recuerdo y homenaje al exalcalde de La Rambla, Antonio Morales Vicos y a su hijo José Morales Pino, exiliado en Argentina y Chile a causa de sus ideas republicanas. Dicho acto estuvo motivado por la presencia en nuestra ciudad de Juan Andrés Morales Olate, bisnieto y nieto respectivamente de los dos homenajeados, quien ha viajado por primera vez desde Chile a nuestra ciudad y que estuvo acompañado de algunos familiares, entre ellos su esposa Angie y Antonia Peñas Morales.
En el acto intervino el propio Juan Andrés quien habló de manera muy brillante de la trayectoria de su abuelo durante su época de exilio, de su trabajo en la imprenta, de sus escritos y de su lucha por formar una familia lejos de su tierra natal. También hablaron Miguel Torres y José Espejo, siendo acompaña-dos por Ángel Torres en representación de la Agrupación local del PSOE, dado que Antonio Morales era miembro de este partido.
Antonio y José Morales son dos de esas personas olvidadas, cuya labor se centró en mejorar las condi-ciones de vida de la clase trabajadora que en aquellos años padecía las consecuencias de la falta de tra-bajo, de ayudas sociales, de servicios sanitarios y de cultura. Por ello, trabajaron para que se extendiera la educación pública y de calidad, para que se creara en La Rambla un instituto de segunda enseñanza (el instituto Alejandro Lerroux) y para que se entregaran tierras a las familias numerosas, con objeto de que mejoraran sus condiciones de vida, en muchos casos por debajo del nivel de subsistencia. Igual-mente, defendieron la libertad y la democracia, los derechos sociales y políticos y que las personas no fueran perseguidas por sus ideas políticas, como sí lo fueron ellos, privado de libertad el primero y exiliado de su patria el segundo.
Antonio Morales fue concejal por primera vez durante el reinado de Alfonso XIII, concretamente en 1922, en una corporación presidida por Juan José Ortiz Arroyo del partido conservador, en la que además había 8 concejales republicanos y 3 conservadores. Tras la Dictadura de Primo de Rivera, vol-vió a ser concejal en 1930 y a partir de la proclamación de la II República el 14 de abril de 1931, fue primer Teniente Alcalde y Alcalde entre el 20 de febrero y el 18 de julio de 1936, cuando fue depuesto por el golpe de estado militar. Al finalizar la guerra, fue condenado a 20 años de cárcel, aunque fue puesto en libertad condicional en 1943, volviendo a su vida de trabajador ejemplar hasta su falleci-miento en 1951, siendo enterrado en medio de una gran manifestación de duelo.
Por su parte, José Morales Pino era miembro de la Juventud Socialista Unificada, afiliándose al Partido Comunista del que fue miembro hasta su fallecimiento en 1993. José tuvo que huir de La Rambla en 1936 perseguido por sus ideas políticas, alistándose en el Ejército Popular de la República en el que alcanzó el grado de oficial. Tras la guerra, se tuvo que exiliar en Francia, siendo recluido en un campo de concentración, de donde salió con destino a Argentina y a Chile en el Winipeg, barco fletado por Pablo Neruda. Allí rehízo su vida, trabajó y formó una familia, volviendo a España en 1976-77, parti-cipando en diversos actos electorales en apoyo de la candidatura del PCE.