“Hay una voz que quiere decir más de lo que estamos
pensando” es una de las frases más simbólicas que nos encontramos
en el sexto álbum de Onda Vaga. No es una frase baladí.
Cualquiera que haya seguido los acontecimientos del combo
argentino los últimos tres años sabrá que las polémicas acusaciones en las que
se vieron envueltos hace tres años, con decenas de denuncias de acoso
concentradas a través de un portal web, y un descargo en redes de la banda
(como le sucedió a otros proyectos argentinos: algunos músicos de otras bandas,
incluso, están cumpliendo penas de cárcel) a buen seguro estuvo a punto de
resquebrajar la continuidad del que era, hasta entonces, uno de los proyectos
más internacionales y referenciales de la nueva canción alternativa argentina.
De ahí que esta “Témpera Mental” se presente casi como
un reinicio que fueron cociendo a fuego muy lento. Tanto por su situación
personal como la situación conflictiva como banda, como también por el contexto
de un 2020 que se prestaba a estar guardado en la madriguera. Sin embargo, Onda
Vaga fueron soltando singles desde finales de 2019 y a lo largo de todo el
2020.
Muy poquito a poco fueron construyendo una identidad
sonora mucho más templada, cerca de la canción de fogón de los años ’70 menos
acelerada, la de proyectos como Arco Iris, Alma y Vida o Sui Géneris;
pero con un mensaje de clara deconstrucción conceptual: mucho más espirituales
y poéticos y menos crudos.
De ahí que su nuevo repertorio se permita licencias
instrumentales casi de zamba-tango (“En el bosque de Oslo”), un mantra
psicodélico (“Una voz”), reggaes de madera (“Adivinador”), un par de hits marca
de la casa pero con un giro explícitamente romántico (“De la materia al amor” y
“El camino del amor”) y un claro himno deconstructor (en “Cuestión de egos”,
junto al rey de la canción Jorge Serrano, cantan: “No hay que preparar la boca
ni ningún pulmón; solo estar dispuesto a caer y cambiar de opinión”) que, a
través de la metáfora, es casi un himno de, como diría León Gieco: por favor,
perdón y gracias.
Alan Queipo