El Boeing B-17 Flying Fortress y el Consolidated B-24 Liberator fueron dos de los bombarderos pesados más utilizados de la Segunda Guerra Mundial. Aunque se utilizaban principalmente en incursiones aéreas sobre territorio hostil, las Fuerzas Aéreas del Ejército de Estados Unidos idearon un plan para utilizarlos en algo más explosivo. La Operación Afrodita -y su homóloga de la Marina estadounidense, la Operación Yunque- se propusieron convertir estos aviones en municiones guiadas de precisión.