La Segunda Guerra Mundial alcanzó una nueva y aterradora fase cuando la primera bomba voladora alemana V-1 golpeó Londres el 13 de junio de 1944. El ataque, en el que murieron seis personas y 30 resultaron heridas, fue solo el comienzo de una campaña de terror de Hitler contra Gran Bretaña.
Mientras tanto, en Inglaterra, los descifradores de códigos de Ultra estaban escuchando a escondidas las conversaciones de radio enemigas sobre el proyecto. Los comandantes aliados pronto se obsesionaron con averiguar todo lo que pudieran sobre las armas y, si era posible, cerrar el programa. Su esfuerzo recibió el nombre en código de Operación cROSSBOW/Ballesta.