Las ideas son, en realidad, el punto de partida de todas las fortunas. Las ideas son el producto de la imaginación. Todos, en mayor o menor medida contamos con nuestra propia imaginación capaz de producir ideas buenas y malas, pero el secreto es darle vida a esas ideas por locas que parezcan y a pesar de que muchas personas no las compartan o entiendan. Sin embargo, tambièn existe otro ingrediente que es necesario: el amor o satisfacción que te produce lo que haces y con base en ello fijar tus prioridades para dedicar tu atención y tu tiempo a su realización so pena de desviarte en el camino al encontrar el mínimo distractor y estamos tan llenos de distractores actualmente, que es un peligro no tener claro a dónde vamos y qué es lo que queremos realmente.